Noticias {Natalie}

Ben no era de aquellos que saliera demasiado a disfrutar el aire libre. Menos una noche como esa, en que había algo de viento helado que le pegaba en el rostro. Pero de todas formas ahí estaba, con aquellos jeans y una camisa blanca que apenas se veía bajo su abrigo negro que lo cubría hasta las rodillas. Claramente no era de aquellos profesores que le gustaban mostrarse frente a los alumnos, hacerse sentir como si fueran unos chiquillos más. No lo era.

Siempre había dejado un limite muy bien marcado entre la relación alumno-profesor. Solo una persona había saltado esa barrera, y era Natalie. Habían congeniado desde que se habían visto su primer día en el instituto, cuando el estaba perdido y no encontraba su aula. Desde aquel día poco a poco se habían hecho mejores amigos, ella era una de las únicas personas en Nueva York que sabia de lo que estaba escapando, el fantasma de su familia.

Suspiro mientras observaba al frente con tranquilidad. No tenia demasiada prisa en terminar aquel paseo pronto, quizás justamente podría encontrarse con su mejor amiga…ojala lo hiciera.

Me había entretenido demasiado en la biblioteca aquel día, mirando unos libros para la clase de filosofía que me llevaban de cabeza, aparte no podía estar un momento sin hacer alguna cosa ya que sino me volvía loca a pensar lo que no debía pensar, en lo que no debía pensar, o quizás si… debía empezar a pensar que narices hacer con todo aquello y tan solo lo sabia mi hermana, tan solo tenia su opinión, tal vez debía consultar con otras personas pero vamos, no era tan fácil soltar aquello.

Al mirar la hora me di cuenta de que ya era tarde, debía irme a casa o mi padre terminaría por romperme la cabeza en cuanto llegara. Así que no lo pensé mas, recogí los libros que habían por allí los metí en mi bolsa y fui caminando hacia el exterior mientras me acomodaba la cazadora a los hombros, sacando mi cabello por fuera y atándola para no tener frio ya que a las noches ya empezaba ha sentirse el viento mas helado.

Ben saco un cigarrillo de unos de los bolsillos de aquel abrigo negro. Sabia que era un habito que a su circulo mas cercano le molestaba que el tuviera, pero por eso mismo siempre lo hacia cuando estaba solo. Lo relajaba y no tenía porque dar mas explicaciones. Iba a encenderlo cuando sintió un par de pasos detrás de el, se giro rápidamente.

Una gran sonrisa se apodero de su rostro cuando pudo divisar entre la oscuridad a Natalie, aquella muchacha que se había ganado su confianza y cariño.-¡Hey Nat!-la saludo, dejando de lado su vena como profesor, siempre lo dejaba de lado cuando se trataba de ella.

Guardo el cigarro nuevamente, mientras con pasos lentos se acercaba hasta ella, guardando las manos en los bolsillos de sus pantalones.

Allí estaba en el jardín encaminándome ya hacia la salida con paso firme, o me gustsba mucho andar por allí a esas horas, ese lugar desierto podía llegar a parecer algo escalofriante y sin duda me lo pareció aun mas cuando escuche que me llamaban, di un pequeño bote quedándome quieta en el mismo lugar con la mano en mi pecho volteándome, al final había atado cabos y me había dado cuenta que conocía perfectamente aquella voz.

Sonreí ampliamente como saludo al darme la vuelta, sacando mi mano del lugar donde me había quedado por el pequeño susto para levantarla unos instantes para moverla un momento y saludarle mejor. – No sabes el susto que me has dado Ben – dije riendo levemente al ver que se acercaba

Se dio cuenta de inmediato que la había asustado, no había sido la mejor de las ideas salir de aquella forma de la oscuridad. Ben se acerco a paso tranquilo hasta el costado de Nat, saludándola con un beso en la mejilla y tomando los libros que llevaba en su brazo.-Lo siento, vamos te acompaño hasta la salida-le dijo sonriente y amistoso mientras comenzaban a caminar a paso realmente lento.

-No pensé que estarías hasta tan tarde hoy…-le dijo luego observando su reloj, percatándose de la hora. Era tarde, el comunmente tenia muchas horas de clase al dia. Era uno de los pocos profesores que pasaban todo el dia en aquel lugar, teniendo y teniendo clases. No le molestaba, mas bien todo lo contrario.

Ben estaba contento de estar siempre ocupando, mantenia a su mente alejada de pensamientos y recuerdos innecesarios. El tambien tendria que marcharse ya, era buena hora para llegar a la soledad de su apartamento.

Sonreí aun mas si se podía cuando Ben llego a mi lado y me dio un beso en la mejilla, era agradable tener un amigo como él, vale, estaba claro que no era lo mas natural tener por mejor amigo a un profesor, mi entrenador de natación y seis años mayor que yo, pero s sentía natural llevarme de ese modo con Ben. Asentí un poco como agradeciéndole cuando tomo los libros que llevaba en el brazo.

- Yo tampoco lo pensé pero tenia demasiadas cosas en la cabeza y supongo que los estudios ayudan a dejarlas a un lado - comente sacándole importancia haciendo un suave movimiento con la mano, no tenia ganas de hablar de hablar de aquello, o quizás mi subconsciente me había echo decir aquello justamente para que él preguntara por que era lo que tenia en la cabeza y así soltárselo de una vez.

Arrugo el espacio entre sus dos cejas al escuchar aquel comentario de Natalie. La quedo observando pensando que nunca hubiera pensando realmente que terminaría teniendo una amistad tan fuerte como la tenia con aquella chiquilla, además una relación completamente opuesta a la que tenia con su hermana gemela, quizás el hecho de que ellas eran simplemente diferentes era la razón de aquello.

No sabia que podía estar en la cabeza de Natalie como para tenerla así de aproblemada-Vale, sabes que puedes decirme cualquier cosa…-le dijo mientras la miraba de reojo. Sabia que entre los dos no habían secretos o por lo menos eso pensaba. Benjamin se había sincerado completamente con ella hace un par de meses, contándole lo que había pasado con su familia y todo lo que sentía en aquel momento.

Nadie mas aparte de ella lo sabia, y simplemente había sido algo muy liberador. La siguió observando esperando que comenzara a hablar.

La verdad es que preferí quitarle importancia, sabia que entre nosotros no había secretos, es mas no hacia demasiado Ben me había contado algo que tan solo sabia yo, o eso me había dicho y por supuesto lo suponía cierto, y le había apoyado en lo que le pasara, y si necesitaba hablar yo estaba allí en todo momento entonces… ¿Por qué me costaba tanto soltarle lo que a mi me ocurría?

Cuando le escuche decir aquello decidí parar en seco ya que habíamos seguido andando hacia la salida, pero tenia que soltarlo de una vez ¿no?, necesitaba hablar con alguien de aquello aparte de con mi hermana la cual siempre terminaba por decir lo mismo, no era que me molestara, simplemente que necesitaba a otra persona para hablarlo.

- Necesito decirte algo – menudas palabras, como si lo de que me hubiera parado no fuera suficiente para que él pillara que algo tenia que decir, aparté la mirada observando mis pies un momento y luego a Ben nuevamente – Joder… - suspire, como se empezaba a decir todo aquello?

Se detuvo cuando ella lo hizo, aquella era una buena señal, por lo menos parecía ella tener ganas de contarle lo que estaba pasándole. Pero lo siguiente hizo que Ben se pusiera mucho más serio de lo que ya era. No sabia que podía estar costándole tanto a ella, cuando ni siquiera podía comenzar a hablar.

-¿En serio Nat?-pregunto ofendidamente al ver que ella no podía comenzar ni siquiera a decirle aquello que la estaba atormentando, aunque luego sonrío levemente mientras tomaba su mano y caminaba hasta una de las bancas cercanas para hacer que ambos se sentaran en aquel lugar.

La observo frente a el, con una expresión que dejaba muy claro, que era mejor que comenzara a hablar ya.

Le mire con el ceño completamente fruncido y mis dientes aprisionando con fuerza la parte derecha de mi labio inferior, como si aquello fuera a ayudarme ha hablar, o al menos a tranquilizarme un poco, sus palabras no me sorprendieron, era normal que se sintiera un poco ofendido por que me costara decirle aquello pero…

Le mire fijamente, viendo en su cara que mas me valía empezar a hablar de una vez o se cabrearía de verdad. – Veras… recuerdas que estuve con Damián, pues como en cualquier pareja teníamos relaciones…. – respire hondo necesitaba hacerlo para sentirme con las fuerzas suficientes como para soltar aquello de una vez, pero… ¿en serio mis ojos se estaban llenando de lagrimas? No por dios, lagrimas en ese momento no... Le mire de nuevo – Estoy embarazada Ben… - dije con el ceño totalmente fruncido a causa de intentar no llorar de nuevo, aun que mis ojos estaban completamente humedos

Benjamin hizo una mueca que en cualquier otro momento hubiera parecido completamente divertida, aunque aquel no era el caso. Cerro los ojos mientras movía la mano, aunque su ceño estaba completamente fruncido.-No necesito tanta información Nat…-fue lo que dijo antes de que ella terminara de hablar. Ni siquiera podía hacerse la idea de cómo ella, podía haber salido con alguien como el.

Nunca le había gustado aquella relación de todas formas. Se le quedo bien, a la espera de que continuara hablando, segundos después, hubiera deseado no haber seguido escuchando. -¿Qué?-pregunto mirándola fijamente a los ojos mientras negaba lentamente con la cabeza. Le iba a salir la vena protectora y mayor que ella.

Pero lo pensó, como siempre, pensando antes de hablar, seguramente lo último que necesitaba Natalie ahora era uno de sus sermones a los cuales la tenía acostumbrada. -¿Cuántos…cuantos meses tienes?-pregunto en un susurro mirando sus rodillas. No sabia porque se sentía como si el mismo fuera el padre, aunque claramente aquella no era la posición.

Absolutamente perfecto, esa era la reacción que me esperaba por su parte, esa mueca, como había cerrado los ojos, como fruncía el ceño y ese movimiento de mano, yo rodee los ojos por esa frase de “ No necesito tanta información Nat…”, pero estaba claro que no debía ser muy cómodo escuchar como tu alumna y mejor amiga se había quedado embarazada ya que estaba mas que claro.

Deje de mirarle ante la ultima de sus preguntas, pasándome nerviosamente después la mano por mi cabello, echándolo hacia atrás aunque no tardo en volver a caer sobre mi rostro y le mire en ese instante – Dos meses – pensé unos segundos – Casi tres meses – dije esperando a ver cual era ahora si su reacción, esperaba una reprimenda de su parte, seria lo normal, al menos yo no esperaba que se pusiera a dar saltos de alegría ni mucho menos pero lo que quería escuchar era que estaría allí si le necesitaba, eso era lo que mis oídos querían escuchar.