Durmiendo en clase [Gael]

Última clase del día y encima Lengua y literatura, vaya tortura. Como siempre me senté atrás del todo para que el profesor se fijase menos en mi pero Gael no se fijaría en mi ni aunque estuviese en primera fila, era ciego. Admito que sentía lástima por él, yo no podría vivir sin ver y realmente le admiraba un poquito, pero solo un poquito, por tener el valor de dar clase a unos adolescentes sin poder ver lo que estaban haciendo.

Estaba hablando con un compañero con el que estaba planeándome irme de fiesta un día de estos y venir al día siguiente con todo el resacón a clase, era lo peor, acababas con la cabeza a punto de estallar, pero era divertido ver como los profesores te miraban sin poder creérse que de verdad salieses de fiesta una noche y que al día siguiente tuvieses clase...ellos se hacian los sorprendidos pero seguro que cuando eran jovenes alguna vez habrían echo las mismas locuras que hacíamos nosotros.

Hice una pelota con mi chaqueta y apoyé mi cabeza en ella mientras escuchaba la voz de Gael hablando sin parar, hablando, hablando y hablando...empecé a sentir como mis párpados se cerraban solos y me tapé la boca mientras bostezaba. Empecé a luchar para mantener los ojos abiertos, odiaban cuando se me cerraban en clase y yo no era capaz de mantenerlos abiertos. Cansada de luchar apoyé mi cabeza en la chaqueta con los ojos cerrados quedándome medio dormida y sin escuchar ya la voz del profesor, total, él no podía ver que yo estaba durmiendo.

Abrí los ojos de golpe al escuchar como una puerta se cerraba y miré a mi alrededor confusa hasta que me di cuenta que la clase ya había acabado. Me mordí el labo inferior conteniendo una carcajada que amenazaba con salir de mis labios y cuando giré mi cabeza y vi a Gael a mi lado sentada me quedé paralizada e hice una mueca de fastidio, al parecer pese a ser ciego se había enterado de que me había dormido...aunque era lógico, yo era una de las que mas chillaba en su clase y de las que se elvantaba para irse a otro sitio, aunque le respetase no podía evitar aprovecharme de que fuese ciego.

Me incorporé con lentitud en la silla intentando no hacer ruido mientras ponía caras raras para levantarme de la silla sin moverla y coger mi chaqueta y mochila sin que hiciesen ruido y cuando finalmente lo conseguí sonreí triunfalmente, era la mejor, eso de lelgar tantas veces borracha a casa y tener que caminar sin hacer ruido servia para algo. Me puse de puntillas encaminándome a la salida y miranco hacia atrás comprovando que Gael no se diese cuenta de que me había movido cuando me choqué con una silla haciendome daño.

-¡Me cago en todo lo que se mueve!.-Grité sin pensar y luego me tapé la boca pero era una estupidez ya que Gael me había escuchado. Pateé la silla cabreada por haberse interpuesto en mi camino haciendola caer al suelo y grité mientras corría hacia la puerta.-¡Hasta la prósima profe!

Mientras corría hacia la puerta hacia maniobras intentando colocarme la chaqueta y ya estaba girando el pomo de la puerta para salir hacia la libertad cuando la voz de Gael hizo que me quedase quieta. A mi me daba igual que Gael me echase de sus clases, incluso me hacia un favor ya que serían unas horas en las que no haría nada, pero si me echaba tendría que ir directamente al exámen de recuperación de lengua y literatura y era uno de los más complicados y dudaba aprovarlo y mi padre ya me había advertido de que como me quedase solo una me iba a pasar todo el verano encerrada en una academia por lo que soltando un largo y sonoro suspiro solté el pomo y volví hacia mi sitio. Tiré la mochila contra el suelo con violencia y me senté en la mesa de delante en la que se encontraba Gael con las piernas cruzadas y mirándole a la espera de que me dijese algo, de que me empezase a chillar como era capaz de dormirme en sus clases aunque siempre podría decirle que como no me había visto no lo podía demostrar pero eso sería cruel por mi parte, demasiado cruel y lo que menos quería era meterme en un lío todavía mas grande en el que ya estaba.

Mientras esperaba me recogí el largo pelo en una coleta y después giré mi rostro hacia la ventana que había mas cerca desde donde se podían ver a algunos alumnos saliendo por la puerta riéndose y fumándose el cigarrillo de después de las clases, ese cigarro que sentaba tan bien. Solté un suspiro mientras jugueteaba con uno de los mechones de mi pelo de manera distraida. Esa charla tan solo iba a ser una más, como todas las otras que todos los profesores me daban. Un rato de rollo sobre mi mal comportamiendo, mi mala educación, después una promesa por mi parte de que no iba a volver a pasar, una promesa que ambos sabíamos que no iba a ser cumplida jamás pero que conseguía que me comportase como mucho dos semanas y ya esta.

El silencio era incómodo y no sabía donde mirar. Si miraba al profe no me sentía bien no sabía por que pero era incómodo, aunque no me pudiese ver sé que de poder hacerlo me estaría mirando mal. Si miraba por la ventana tan solo me entraban ganas de salir de esa clase hacia el exterior a reunirme con mis amigos, reírnos un rato y después volver a casa con mi hermana hablando de cosas tontas para que se riéra, y justo antes de entrar a casa le preguntaría como llevaba lo del embarazo y si Damián la había molestado...Finalomente decidí mirar mis manos que habían empezado a jugar con una de mis pulseras haciendo que el ruido de dicha pulsera fuese el único que se escuchaba en el interior de la clase.

Estaba a punto de irme por que Gael no parecía querer decirme nada cuando lo escuché hablar y aálcé una ceja mientras levantaba mi vista un instante, clavándola en él, y después la volvía a bajar mirando la pulsera. ¿Que que esperaba de él? Eso era una pregunta trampa seguro, empecé a pensar en la contestación adecuada, en la contestación que él quería oír. Después de tantas broncas había aprendido algo, los adultos cuando te preguntan algo solo quieren escuchar su contestación, lo que ellos pensaban de nuestros labios y no lo que nosotros pensábamos pero esta vez estaba confusa, no sabía que quería decir Gael con eso así que contesté lo que yo creí que era lo que esperaba yo de él.

-Pues espero....que me aprueves sin venir a clase ni hacer los exámenes.- Comenté con la misma tranquilidad que le pides un pañuelo a un amigo.-Pero como sé que eso no es posible en realidad no espero nada.-Dije con voz natural mientras me encogía de hombros.-